Es la Villa que mas conserva
la arquitectura bajomedieval. Con los típicos entramados de maderas
y adoves, soportales que recorren las calles, plazoletas donde no faltan las
fuentes, arcos que cerraban barrios enteros y un sinfín de detalles
que hacen las delicias de peregrinos, viajeros y turistas.
Está
situado en la cara sur de la Sierra de Altamira y rodeada por otras que hacen
de la tierra un acogedor regazo. En él se atesoran los valores que
han marcado y marcan el pensamiento, la cultura y la fé de naciones
enteras.
Cuna
de la Virgen de Guadalupe, Patrona de la Hispanidad. Solar del Real Monasterio
y Patrimonio de la Humanidad atesora muchos y grandes valores que marcan la
vida de los peregrinos que desde hace siglos llegan a este rincón extremeño.