Muy curiosos los pocos soportales que nos quedan aportan al pueblo el aire serrano que no le falta.
El pueblo te agradará en su sencillez. Fuera de fastos, Alía busca la comodidad de lo necesario, de amplias miras y buscando suficientes que hagan comoda la vivencia diaria.
Los espacios no están limitados por las estrecheces de los pueblos de la alta sierra, por lo que sas casas se hacen con buenos espacios para todas las dependencias necesarias: habitaciones, establos, corrales o doblados para almacenar la producción agrícola y ganadera.