Antaño, un castillo en lo alto velaba por la difícil seguridad del territorio. Arriba, los cimientos todavía dejan ver el trazado de la vieja fortificación.
Las huellas del hombre antiguo nos llegan en forma de escritura: Grabados de viejas letras en caracteres ibero-tartésicos.
Un castro de la Edad del Hierro, conocido con el nombre de los Castillejos, es la fortificación conocida con mas antiguedad de todo el término.
Aparate del nombre, la civilización romana ha dejado numerosos restos, sobre todos cerámicas, estelas funerarias y alguna moneda.
En la falda de la montaña se han encontrado algún dólmen, el mas conservado es el del Pino del que quedan dos grandes piedras colocadas verticalmente y una a modo de techumbre.