El Pueblo recoge todos los arquetipos que definen la clásica población de la Baja Edad Media española
Los Barrios antiguos son dos, conocidos como de Arriba y de Abajo. En ellos el entorno está muy conservado, con calles que se adaptan a la montaña con casas de fábrica de piedra, adoves y sobre todo madera.
Se articula en torno al Monasterio, que hace de centro y eje del mismo.
Soportales que resguardan las viejas construcciones, piedras pulidas por el paso de miles de peregrinos, plantas y flores por doquier. Los guadalupeños han hecho de su pueblo un entorno paradisiaco.
Multitud de plazoletas detrás de cada esquina con susurro de fuentes en el aire.