Logrosán
presenta una arquitectura que enlaza con los pueblos blancos, dejando atras
la construcción de los pueblos serranos.
Las
casas se hacen de granito que sacan del Cerro de San Cristobal; para el entramado
de piso hacen bóvedas de ladrillo, lo que aporta frescura a los pisos
bajos.
El
pueblo se organiza en tres grandes barrios: el Cristo, la Plaza y la Torre.
La
vivienda media es bastante amplia, de al menos dos alturas y siempres con espacios
en planta.
Algunas
son auténticos palacios, construidos con gruesos muros, multitud de habitaciones
y patios interiores que hacen las delicias de sus ocupantes.