Historia de Berzocana

Pinturas Rupestres de la Sábana

CUEVA DEL CANCHO DE LA SÁBANA

Situación y descripción del yacimiento (Lams. 32 y 36)

TERMINO MUNICIPAL: BERZOCANA.
POBLACION MÁS PRÓXIMA: BERZOCANA.
ALTITUD: 1.040 m.
COORDENADAS: 39° 25' 59" N. 5° 15' 50" W.
HOJA M.T.N. 707, LOGROSÁN.

Fue la tercera cueva con pinturas estudiada por Oxea en su trabajo (1). Acceso: Se encuentra en el extremo derecho de una gran grieta rojiza horizontal practicada en la base de la pared más espectacular de la Barrera de Las Sabanas. Frente a ella hay una depresión producida por una garganta a lo largo de la cual se puede subir fácilmente desde la vivienda pr6xima que también sirve de base pare acceder a las cuevas estudiadas anteriormente. Descripción: La boca de la cueva, orientada hacia el NW., aprovecha un piano de fracture perpendicular a unos estratos cuarcíticos con buzamiento de 60°. A partir de 1,50 m., potencia del primero de los estratos, la cueva trace, como la de Los Cabritos, un recodo aprovechando el hueco profundo del siguiente piano de estratificación, en cuyo interior se encuentran las pictografías.

LOCALIZACIÓN DE LOS PANELES (LÁM. 37)

Todas las pinturas que localizamos están emplazadas en la gran pared derecha de la cueva (casi pared-techumbre por su fuerte inclinación), entre los cinco m. de profundidad y la entrada. Dentro de este área, a diferentes alturas, se distribuyen los diversos motivos sin orden aparente, aprovechando las facetas más aptas pare su ubicación. Este hecho trae como consecuencia un alto grado de dispersión de los esquemas, dada la intensa fragmentación de toda la superficie cuarcítica, hasta el punto de que por lo general cada panel, muy reducido, contiene una sola figura. Se da una orientación NW en todos los casos.

DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN DE LOS MOTIVOS (LÁMS. 37 Y 38)

PANEL I. Contiene un solitario motivo de gran tamaño, situado en el centro de una superficie pétrea de textura muy rugosa. Lo interpretamos como un antropomorfo con sus brazos y piernas totalmente extendidos y ligeramente arqueados hacia abajo, dibujando un cruciforme doble. La prolongación superior del eje conformaría su cuello y cabeza, en tanto que el extremo contrario podría identificarse como el falo, desarrollado excesivamente respecto a las atrofiadas extremidades inferiores.

PANELES II, III, VI y IX. Todos ellos encierran una serie de trazos rectilíneos, mejor o peor conservados, que, a la vista de su deterioro, debieron formar parte de esquemas más complejos. Son verticales en el caso del III y VI, conteniendo el primero cuatro, muy perdidos, que tienden a converger en sus extremos inferiores, y horizontales en el II y IX. A este ultimo pertenece el mejor conservado, manteniendo una buena intensidad de color en el tramo que aun perdura.

PANEL IV. Posee también una única figure, elaborada con una pintura de bastante densidad, perdida en parte. De lo que queda podemos deducir que fue un animal cuadrúpedo esquemático, formado mediante una gruesa barra horizontal (cuerpo) y finos apéndices perpendiculares (patas).

PANEL V. Se compone de una barra doblemente acodada cuyos extremos están orientados hacia abajo. La dispersión de la pintura ha deteriorado el lado izquierdo de la figura, que quizás aparezca hoy mutilada por fragmentación de la cuarcita inmediatamente superior.

PANEL VII. Dentro de sus reducidos limites encontramos otro motivo, perfectamente visible, pero confuso por el deterioro del lado izquierdo y del contorno general. Se compone de un grueso trazo adaptado en diagonal al panel, de cuya parte inferior arrancan dos finos trazos perpendiculares, pudiendo tratarse de otro cuadrúpedo semejante al del panel IV. Sobre él se instala ahora otro motivo con forma de "T", cuyo trazo horizontal, ligeramente curvado hacia abajo, esta mucho más desarrollado que el vertical. Si consideramos este ultimo un antropomorfo, estaríamos ante una posible escena de equitación. Las finas conexiones entre el extremo derecho de la "T" y el "lomo" del animal podrían tratar de representar algún tipo de rienda o sujeción.

PANEL VIII. También muy encajado entre salientes rocosos tenemos este pequeño panel, con un motivo en excelente estado de conservación. Se compone de una barra horizontal de la que surgen tres prolongaciones en el lado inferior: dos rectas con cierta inclinación y otra que, describiendo una curve, parte del lado izquierdo tocando los extremos aguzados de los dos apéndices anteriores. Sobre él vuelve a representarse otra figure con forma de "T", que podría constituir, por tanto, otro jinete sobre un animal mas esquematizado aún. El trazo curvo que une al antropomorfo con la zona izquierda del animal (posibles "riendas") lo enlaza, además, con esa larga línea curva que se extiende por debajo de la figura. Esta, interpretada por Oxea como la cola del animal, en este cave posible caballo 2, podría ser también un objeto largo y flexible que, conectado al hombre, parece ser arrastrado por este.

PANEL X. Situado en la misma entrada de la cueva conserve, al menos, cuatro motivos en trance de desaparición. Son todos ellos trazos curvos, de confusos contornos, similares entre sí, aunque su estado actual nos impide su clasificación e interpretación.

Conclusión

Las pinturas de esta cueva ofrecen unos problemas de interpretación similares a los de todos aquellos yacimientos en los que los motivos se yuxtaponen unos a otros, en paneles separados, sin conformar escenas, composiciones o asociaciones que puedan ofrecernos mas pistas sobre su verdadero sentido.

Entre las figures reconocibles encontramos antropomorfos y cuadrúpedos, a veces asociados en escenas de equitación, con un posible carácter testimonial al tratar de perpetuar, aunque aislada y esquemáticamente, aspectos concretos de la vida cotidiana (ganadería, transporte sobre animal, tal vez la guerra). Pero entre todas destaca, por su notable separación del conjunto principal, gran tamaño, especial colorido (su tonalidad rojo-terrosa contrasta con el rojo-vino, a veces intenso, de los demás paneles) y singular morfología el antropomorfo del primer panel. Pese a la apertura de sus extremidades, la rigidez y simetría del esquema impiden que este adquiera una actitud vital. Mas bien da la impresión de esquema simbólico o imagen ideal de un concepto, probablemente relacionado con la masculinidad, carácter que también comparten los demás pictogramas de la cueva por su aislamiento físico, aunque no con la intensidad que este motivo, autentico ídolo, llega a conseguir en el espectador. Esta diferencia tanto formal como de concepto puede hacernos pensar en, al menos, dos momentos distintos en la realización de los esquematismos de esta cueva.

1 FERNÁNDEZ OXEA, J. R.: Op. cit., págs. 41-42 y fig. 3. Fue publicada con la errónea denominación de Cueva del Caballo, lugar que se encuentra más al sur y que es estéril pictóricamente. En el artículo analiza los paneles que nosotros denominamos V, VII y VIII.

2 FERNANDEZ OXEA, J. R.: op. cit., pág. 42.