Ayuntamiento de Berzocana

BERZOCANA

Por José Hernández Díaz

La villa de Berzocana de San Fulgencio, pertenece a la comarca de Logrosán, partido judicial de Trujillo, provincia de Cáceres y diócesis de Plasencia. Se halla en los Montes de Guadalupe, estribaciones de las Villuercas. Su censo de población en 1978 era de 1.018 habitantes y 861 el de fincas urbanas. Sus producciones más destacadas son, castañas, bellotas y algo de aceituna; su cabaña se compone de ganado lanar, cabrío, cerda y vacuno. Tiene Privilegio de Villa, por concesión real de Carlos I, en 1534. (1).

El estudio que ahora sencillamente se inicia, me interesa y atrae, no sólo como Catedrático emérito de Historia del Arte Español, de la Universidad Hispalense, sino y, muy singularmente, como sevillano, por la vinculación a nuestra diócesis y provincia, de los Santos Hermanos Leandro, Fulgencio, Florentina e Isidoro y de su hermana Teodosia, madre de S. Hermenegildo. Las sagradas reliquias del segundo y la tercera, se veneran, como es muy sabido, en este temple parroquial (2). En torno a ellas -su traslado, invención, culto, milagros, etc.– hay que desarrollar la historia del pueblo y valorar su iglesia principal. Intimamente ligada con todo este proceso se halla la tradición de la veneradísima imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.

HISTORIA: El rey visigótico Teodorico estaba desposado con Sancha de Toledo; mas al ser ésta repudiada, por no profesar el arrianismo, huyó a Cartagena con su hijo Severiano, quien a su vez matrimonió con Turtura, siendo los primeros duques de esta Ciudad. De su unión, nacieron los cinco hermanos ya citados.

Perseguidos los cristianos por el citado Teodorico y luego por Leovigildo, tuvo lugar un largo éxodo. Los referidos duques fueron desposeídos de sus títulos y bienes, huyendo a Sevilla con sus hijos, formados en torno al Arzobispo David. (3).

Hay diversas tradiciones y leyendas en relación con estas figuras santas. Así, pues, según una de ellas (4), parece que fallecido San Fulgencio, fue sepultado en la Catedral de Écija, su sede episcopal, trasladándose luego sus; restos, a la iglesia hispalense de las Santas Justa y Rufina (levantada sobre las cárceles martiriales de estas alfareras trianeras), en unión de sus tres hermanos; otros, (5) tratan de esto mismo, pero identifican el templo donde fueron depositados Los cuerpos santos con el de S. Juan de la Palma, de la propia Ciudad, fundado como aquél por S. Leandro, Arzobispo hispalense. Cuando la invasión musulmana, los cristianos, corno guerrilleros de Cristo, transportaron los restos de los Santos Fulgencio y Florentina a la inexpugnable serranía, donde hay todavía se hallan.

En el archivo parroquial de Berzocana, existe un códice titulado "Libro que contiene los ynstrumentos auténticos..." (citado en la bibliografía, y transcrito en Las partes sustanciales en el Apéndice documental), con canónicas diligencias e importantísimas y muy curiosas informaciones testificales (original y compulsa), ordenadas por los Obispos placentinos D Pedro Ponce de León y D. Juan Ochoa de Salazar, que abarcan desde 1572 al 93, del que obtendremos valiosas noticias, que a seguida se exponen:

Así pues, en 1592, el clérigo Ambrosio Sánchez, expone que los sagrados cuerpos "están en un arca de piedra... los dichos cuerpos vinieron en un sepulcro a manera de arca grande de piedra de aliox... y es tan grande... que se tiene por milagro siendo tan pesada haber con ella podido pasar tan montosa y áspera tierra como ésta... los cuales dichos cuerpos se dice que estaban depositados en la iglesia parroquial que se dice San Juan de la Palma de la ciudad de Sevilla... que el dicho santo (S. Leandro), había a su costa fundado y por esta razón... pusieron la advocación de la iglesia parroquial de esta villa llamándola de San Juan Bautista a semejanza de la sobre dicha de Sevilla." (6).

Otro testigo, declare (1592) que hacia más de novecientos años que Los cuerpos fueron traídos (7).

En la "Relación de la vida de los gloriosos santos señor S. Fulgencio y Santa Florentina..." se dice que "la invención de estos santos se presume cerca del Año de 1340" (8), opinión que coincide con ciertas afirmaciones de que tuvo lugar durante el reinado de Alfonso XI de Castilla y León, aunque otros la sitúan en el siglo XIII

Sobre el lugar del hallazgo y fundación de la villa se aportan pruebas testificales de indudable curiosidad. Así, es que en 1592 se declare que cuando "hallaron las dichas reliquias quisieron edificar esta villa un poco más arriba que es un lugar fragoso donde las dichas reliquias aparecieron y por temor de bívoras... poblada de sabandijas ponzoñosas... situaron la dicha villa más abajo en la iglesia parroquial en la cual están las dichas reliquias" (9). El año siguiente, se consigna, respecto al hallazgo, que tuvo lugar "en una breña y montaña espesa, ¿al sopié? de estos Berruecos en una parte que... desde entonces se llama los pastos de la Cofradía... a esta parte de la Villuerca y Berruecos..." (10). Más importante es la relación que anota cómo el templo de S. Juan Bautista "y el sitio... fuese junto a aquella mata de brezos canos por que hay en este sitio abundancia de brezos canos de donde quedó el apellido y nombre compuesto del vocablo Berzocana ..." (11) (Fig. 2).

Precisamente en el lugar que se llama el Olivar de Los Santos, próximo a Berzocana, se halla la comúnmente conocida como la Oliva de Los Santos, de fecundo vitalismo, donde la tradición señala que fue llevado el sarcófago. (Figura 3) Para conmemorarlo, se conserva en dicho paraje la Cruz del Olivar, monolito de unos tres metros de altura, figurando en la cruceta las armas pontificias (tiara y llaves) y la fecha de 1223, (fue restaurada en 1958). (Fig. 4).

LA VIRGEN DE GUADALUPE: La veneradísima imagen de Nuestra Señora, llamada así por su hallazgo cercano al río de dicho nombre, está muy relacionada, según la tradición, con los santos hermanos cartagineses, y con el traslado a estos lugares de los restos de los Santos Fulgencio y Florentina. En un códice fechable en el siglo XIV, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional, de Madrid (12), se recoge la noticia de que esta escultura estuvo en Roma y fue regalada por el Papa San Gregorio Magno a su amigo San Leandro, Arzobispo de Sevilla, lugar éste donde fue muy venerada, hasta que al surgir la invasión musulmana fue llevada y escondida en las Villuercas. En la "Relación de la vida de los gloriosos santos..." (13) se menciona la estancia de San Isidoro en Roma, llevando consigo "una imagen que él tenia en su oratorio y llevada a Roma en la procesión, cuando le apareció el Ángel y cesó la peste y oyó cantar "Regina Coeli laetare", la cual imagen es la que tiene ahora Guadalupe para consuelo de Extremadura".

En el referido legajo, con las pruebas testificales, ya referidas, se cita una (1572), que afirma " ...cuando el rey D. Rodrigo perdió estos reinos de España los cristianos huyendo de Sevilla trajeron dichas reliquias a esconder y las escondieron en esta villa por ser tiempo aparejado para ella... tierra yerma inhabitable y de grandes montañas... y que con ellas vino la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y la escondieron junto a donde ahora está. . . " (14).

En 1593, el mayordomo de la iglesia, declaró sobre las reliquias, "... haber sido halladas en el tiempo de Nuestra Señora de Guadalupe y dentro de una montaña los huesos a esta parte de la Villuerca y Berruecos y la imagen a la otra..." (15) y otro testigo manifestó "... ha oído decir de la dicha imagen fue sacada en la destrucción de España de la iglesia de S. Juan Bautista de la Palma, de la ciudad de Sevilla donde estaba juntamente con los cuerpos de los gloriosos santos..." (16). En la tantas veces citada "Relación...", se especifica que en el altar del templo hispalense de S. Juan de la Palma, donde estaban sepultados los cuatro hermanos, tenían "como reliquia que tanto estos santos estimaban... la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe... parece cosa posible esta gloriosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe haberse aparecido a algún pastor de cabras u otro semejante ganado a quien dijese de este precioso tesoro y que le edificasen un templo de San Juan Bautista y el sitio a donde viene a propósito decir fuese junta a aquella mata de brezos canos... (17 y 18) Hasta aquí algunos datos, transmitidos de generación en generación, piadosas leyendas que han venido ligadas a la fe y a la devoción popular, originando consuetudinariamente fiestas, homenajes, etc. etc.

La imagen de la Virgen de Guadalupe, ha sido estudiada, artística e iconográficamente, con arreglo a la moderna metodología, para lo cual fue preciso examinarla en su autenticidad escultórica, desprovista de ropas y aditamentos con los que la piedad la honró. Fray Joaquín Montes Bardo, O.F.M., al graduarse para obtener la Licenciatura en Filosofía y Letras (Sección de Arte), en la Universidad Hispalense, redactó una Tesis con el título "Iconografía de Nuestra Señora de Guadalupe. Extremadura", que mereció en 1975, la máxima calificación académica. Luego ha sido publicada (1978), en forma de libro, en el cincuentenario de la coronación canónica de la figura. Con este motivo, no sólo el autor de esta obra, sine yo mismo, como director de dicha investigación y estudio, examinamos (10 de Agosto de 1975) la veneradísima icona en su verdadera realidad plástica, analizándola en todos sus aspectos, totales y pormenorizados. (19).

No será preciso insistir en las numerosas acciones, restauraciones y manipulaciones que, a través de los siglos, operaron ante una imagen de tan extensa y profunda devoción, dejando coda una de ellas la huella de su peso, pocas veces acertada y, la mayor parte, realizadas por manos inexpertas. Ante el criterio tradicional de mantenerlas cubiertas, e intocables, contribuyendo así al misterio y a leyendas devocionales, coda vez que se precisaba alguna intervención o cambios en los ropajes, joyas, coronas, etc., actuaban elementos clericales o seculares al servicio del culto, que de buena fe estropeaban, deterioraban, erosionaban, etc. los materiales integrantes de la escultura, contribuyendo, en todo caso, a imposibilitar o dificultar el conocimiento de lo auténtico, de lo original de la figure.

La Madonna de Guadalupe está repetida e intensamente reformada, seculármente. Tal como la examine, es una imagen sedente (0'64 cm.), el Niño en sus faldas, cual Trono de Salomón, con carácter y empaque de Virgen Reina y, por tanto, coronada desde su origen, y de acusado hieratismo simbólico, aunque muy expresivo, en perfecta frontalidad y con negritud. Estilísticamente responde a la estética y morfología protogóticas (fines del siglo Xll, principios del Xlll), y su iconografía hunde sus raíces en el marianismo Cisterciense, tan fuerte en los inicios de la Escolástica, con todos los elementos regionales o locales que poseen las figuras contemporáneas, perfectamente compatibles con rasgos exóticos orientalizantes, etc. Ciertamente existió una imagen anterior, que desapareció, a no ser que la primitiva fuese transformada en la forma que la vemos, lo que no tendría nada de extraño; es lo que comprobamos en otras advocaciones de interés y largo culto multisecular, no solo en España sino en toda la geografía cristiana. La Iglesia, -al respetar el tesoro de las devociones populares y narrar las piadosas leyendas, milagros y hechos insólitos, que enervan a las gentes sencillas, en torno a las más veneradas imágenes: investiga hipercríticamente Las realidades históricas, artísticas, arqueológicas, etc., en busca siempre de lo verdadero, de lo evidente y en todo caso de lo fehaciente, sin despreciar, antes al contrario, utilizando lo fidedigno (Figura 1).

LAS RELIQUIAS DE LOS SANTOS FULGENCIO Y FLORENTINA: Capítulo fundamental de este estudio es conocer los restos conservados de estos santos, honra y prez del pueblo de Berzocana, de la diócesis de Plasencia y de toda Extremadura. La Iglesia se ocupó de autentificar las referidas reliquias, veneradas ininterrumpidamente desde su hallazgo hasta nuestros días.

Hay testimonios escritos de milagros en relación con dichos restos, fechables en 1420 (20), 1433 (21), 1490 (22), 1506 (23), 1528 (24) y 1550 (25). También singularmente sobre la restitución del velo de la Santa, referido en 1593 (26). Nuevos milagros, narrados en declaraciones testificales de 1680 (27).

Más importante, por lo insólito, es lo referente al frustrado propósito de llevarse a Guadalupe los referidos restos. Así, pues, en 1572, un testigo declara que "...se ha dicho siempre que en los tiempos pasados los dichos frailes (de Guadalupe) quisieron llevar los dichos cuerpos santos a su casa diciendo que así estarían con más reverencia y llevándolos ya casi una legua de esta villa anocheció y a la mañana amanecieron en esta iglesia donde ahora están y que esto hicieron dos veces..." (28). Otro testigo, en 1593, refiere lo mismo, pero puntualizando que "fueron llevados al puerto de Cañamero que es al fin del término y jurisdicción de esta villa y allí les anochecía y desaparecían y los volvían a hallar en el mismo sepulcro donde se habían sacado (29).

Pero veamos ya cuántas y cuáles eran las reliquias depositadas y veneradas en la parroquia de S. Juan Bautista, de Berzocana.

Por disposición real, el Obispo de Plasencia D. Pedro Ponce de León, ordenó en 1572, se hiciese una información sobre dichas reliquias. Veinte años más tarde, el Obispo D. Juan Ochoa de Salazar, también por petición regia, dispuso otra información análoga.

Refiriéndonos a la primera, el 8 de mayo del citado año de 1572 (30), el cura rector de la iglesia mayor de Berzocana, ante escribano público y testigos clericales y laicos, procedió a la apertura de la caja donde estaban depositados los restos de los santos "que es el dicho sepulcro de alabastro, algo basto de largo de un estado y la cubierta de madera de pino" (31), "que al presente están dentro de la capilla mayor de la dicha iglesia...".

Los restos encontrados (32) se describen así: "Dos cabezas que se dice ser la una del Bienaventurado San Fulgencio y la otra de Santa Florentina.

Más dos huesos enteros que parece ser de pierna y otros dos huesos grandes de muslo en cuatro partes y otros dos medios huesos grandes.

Otra parte de quijada con seis muelas y otra quijada entera con una muela (33).

Más ciento diez huesos y medios huesos, grandes y pequeños que parecen ser de manos y pies y de todas las partes de cuerpos.

Un velo de hilo de seda blanco (34) y vareteado con unas listas negras el cual es habido y tenido por velo de la bienaventurada Santa Florentina... que está fresco, sano y sin corrupción ninguna y es de largo vara y tercia y de ancho media vara poquito menos.

Más un peine pequeño con cinco dientes grandes antiguos que se dice que es de la dicha santa.

Más está en el dicho sepulcro una arquita de madera pequeña... y se halló dentro tierra en cantidad de media celemín y con ella partes de huesos pequeños".

Otra acción semejante tuvo lugar el 26 de julio de 1592, presidida por el Visitador del partido de Medellín, ante notario y testigos, clérigos y seglares. Consta lo siguiente:

"Abrió el arca y sepulcro y sacó... dos cofres pequeños, el uno de ellos taraceado y bien labrado dentro del cual están dos cabezas casi enteras porque sólo falta a la una un poco de quijada (35) que parece estar suelta entre las demás reliquias las cuales dos cabezas se tienen una de ellas que es la mayor por la del santo San Fulgencio y la menor por de la Santa Florentina... y la mayor parte de los huesos de los dichos santos..., y un velo... de tres cuartas de largo... con unas listas que parecen negras... de seda delgado (36) y... medio peine... y que la otra arquita pequeña... más de un celemín de tierra... y el arca de piedra mármol... todo de una pieza... y la cubierta de madera" (37).

En las pruebas testificales, se subraya o manifiesta, que los cuerpos "están en un arca de piedra, las cabezas... enteras puestas en un cofre de taracea... el arca estaba puesta bajo un arco cubierta con un dosel de damasco amarillo" (38); también se ratifica por otro testigo que "los restos estaban en una arquita de taracea metida dentro de un sepulcro o arca de piedra del largo de la sepultura de un hombre, situado al lado del Evangelio del altar mayor" (39). Asimismo se describe que la "capilla donde se guardan los restos, está en el lado del Evangelio de la mayor, cercada de reja en un espacio donde caben más de dos docenas de personas" (40), descripción ratificada por otro testigo (41).

Todo este proceso del examen y análisis de los restos venerados seculármente en Berzocana, y su posible identificación con los que tradicionalmente se afirmaba pertenecer a los Santos Hermanos Fulgencio y Florentina, responden a una preocupación del rey Felipe II, quien repetidamente ordenó lo conveniente en 1572 y 1592, llevándose a cabo con todos los requisitos canónicos y civiles, según ha quedado expuesto. Y de las pruebas testificales realizadas con sesudos varones, clérigos y seglares, se deducía una rotunda y unánime afirmación al respecto.

Posiblemente la regia preocupación derivaba de la demanda de la iglesia de Cartagena, que solicitaba la entrega de dichos restos, habida cuenta de ser los santos nativos de dicha Ciudad, hijos del duque Severiano, y aduciendo que allí recibirían mayor culto y veneración, que en el modesto pueblo de Berzocana. El P. Gabriel de Talavera (42) fue designado por el Monarca para hacer la pertinente investigación, llevándola a cabo según noticias fidedignas los años 92 y 93 (43), apoyándose ciertamente en las dos informaciones realizadas y recogiendo la aclamación popular de los berzocaniegos de que no se trasladasen las sagradas reliquias por la secular adscripción al lugar, y el ininterrumpido respeto y devoción, no sólo de los vecinos, sino de toda la comarca, que continuamente se acogían a su amparo e intercesión.

Felipe II, tras las diligencias e informes practicados, dispuso la permanencia en Berzocana de los Sagrados restos, pidiendo, en cambio, y obteniendo que le entregaran cuatro huesos de los guardados en el sepulcro; dos de ellos se cedieron a la iglesia de Cartagena y otros dos fueron llevados al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (44). Se consigna que "están los sagrados cuerpos con tanta custodia y veneración que dudo en San Lorenzo el Real estén con más grandeza..." citando las fiestas anuales en su honor, con comedias, danzas y toros, concurriendo caballeros de Trujillo, y el Prior de Guadalupe, esmerándose el pueblo en atenciones, ofreciendo sus casas, etc. (45). La fiesta litúrgica principal se celebra la tercera dominica de agosto, y otras funciones importantes Los días 26 de octubre, aniversario de la invención de Las reliquias, 16 de enero y 14 de marzo, onomástica de ambos bienaventurados.

Puede afirmarse que entonces acrece el culto a dichos santos y se construye en el templo parroquial, nuevo lugar para su veneración, de adecuada importancia artística y religiosa, como se expondrá más adelante.

LA PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA:

HISTORIA: Tradicionalmente consta, según repetidamente se ha consignado, que su advocación fue decidida en función del temple sevillano de San Juan de la Palma, fundado, según tradiciones, por los santos hermanos, donde estuvieron sepultados hasta la invasión sarracena.

Hay una noticia -siguiendo las mismas fuentes testimoniales de testigos- de que "la invención de estos santos se presume cerca del año de 1340... fue a 26 de octubre y es de presumir que lo que hay desde este día hasta el de Nuestra Señora de Agosto se dilató en levantar templo e iglesia para colocar estas reliquias..." (46).

El corto plazo de cinco meses referido por el texto, parece inverosímil, dada la amplitud de la obra, a menos que pensemos en una modesta construcción; si no es que se trate de puro panegírico, abonando la diligencia devocional de los vecinos.

A 26 de julio de 1592, se consigna que "el templo donde está es suntuoso de tres naves de bóvedas de cantería" (47) y en otro lugar se afirma que "la iglesia de San Juan Bautista es de las mejores del Obispado, labrada con mucho arte y traza, es toda de piedra de grano..." (48).

En 1944 hubo una reforma, según consta de la inscripción.

En 1572 el Obispo de Plasencia D. Pedro Ponce de León manifiesta que "por Nos ha sido mandado hacer una capilla particular a donde estén los dichos cuerpos santos y para ello está empezada a traer cantería... (49). Ocho días después (8 de mayo), Diego Hernández, mayordomo de la iglesia declara al respecto "que tiene el mandamiento para ello... y ha pagado los oficiales que han sacado mucha cantidad de cantería que es la que está a la puerta de la iglesia..." (50). Veinte años después, un testigo afirma "que hay reunidas limosnas para hacer... la capilla..." (51). El pueblo, con la sana filosofía de acciones consuetudinarias y multiseculares, canta en las tradicionales fiestas del Ramo, (tercera dominica de agosto), la siguiente copla:

"Pare haser esta capilla"
"ni el rey ni Obispo ayudó"
"porque aquesta ilustre Villa"
"todo siempre lo cumplió" (52)

Se sabe que el bachiller Juan de la Cerca, (hijo de Berzocana y Vicario de Jaraicejo), dotó con cien ducados esta obra, según consta en la laude sepulcral existente en la nave del Evangelio del temple; con doscientos ducados el Consejo de Trujillo (de ellos 150 para la obra de la capilla y 50 para palio y andas) (53). La capilla se inauguró el 3 de octubre de 1610, según se hará constar más adelante.

DESCRIPCION DEL TEMPLO

Arquitectura: Verdadera sorpresa produce el silencio absoluto de José Ramón Mélida en su importante "Catálogo monumental de la provincia de Cáceres", quien ni siquiera cita al pueblo (54); y también el de José R. Fernández Oxea, en su estudio "Iglesias cacereñas no catalogadas" (55); y la sorpresa, repito, es doble, al no haber visitado la Villa para investigar sus obras de arte, y desconocer las tradiciones religiosas que aureolan a Berzocana, como depositaria de tan importantes reliquias; ambos motivos, hacen injustificable la insólita omisión.

La parroquial de S. Juan Bautista de Berzocana, tiene empaque catedralicio, como digno joyel de tan santas reliquias (56). En efecto, se trata de un gran templo de morfología goticista, de tres naves, planta y alzado de salón, cuyo eje mayor (E-O) tiene unos 35 metros de largo y el menor (N-S), 18.

El plano de planta, más importante, firmado por el arquitecto D. Dionisio Hernández Gil, dará idea de su importancia constructiva (57). (Lámina 1).

Estimo que en la fábrica pueden señalarse varias etapas ejecutivas, de estéticas y morfologías diferentes. Una primera, debe referirse al gran hastial de poniente, que constituye una torre fachada, con los siguientes elementos: portada de sillería, con arquivolta de arco apuntado, en la parte inferior, de acceso al temple; airoso se alza alto y muy esbelto cuerpo rectangular, rematado en los semicirculares vanos del campanario, gemelos e inscritos en alfiz o arrabaá. El ladrillo es el material de esta zona, así como el de los dos vanos posteriores, y los singulares de los costados. También forma parte de este conjunto, el alargado vano lateral, adosado a dicha torre, rematado en media punto, asimismo de ladrillo, y cuya función desconozco (figures 6-10). Es claramente un conjunto mudejárico, muy relacionado con el modelo usual de la arquitectura santiaguista, extendida por la Extremadura meridional, y su fecha debe ser próxima a la reconquista definitiva de la zona, no lejos de la invención de Los cuerpos, hacia 1340, en tiempos de Alfonso Xl, o algo antes. ¿Podrá referirse a lo construido entre el 26 de octubre -fecha de dicho hallazgo- y el día de la Virgen de Agosto? Su carácter popular, abonaría en su favor.

El resto, es decir, el gran buque del temple, es de mucha mayor importancia, de arte erudito y destacada significación. Si seguimos el recorrido exterior, encontraremos en el lado de la Epístola un pórtico con arco escarzano al que abre una portada renacentista, (arco semicircular, columnas entregas de fustes retallados con grutescos y candelieri, y correspondiente entablamento) y, sobre ella, alto relieve del Bautista (Figuras 5, 11 y 12). Entre los robustos contrafuertes, ventanales semicirculares de ladrillo y en la cabecera, un gran vano enmarcado en rectángulo, también de ladrillo, que inscribe una arquivolta lobulada pétrea y sus jambas análogas; a manera de mainel central o parteluz, una cruz abalaustrada (semejante a las de otras iglesias, como la de Saucedilla) de bella traza (fig. 13), todo ello renacentista. En el costado del Evangelio, otra portada del propio estilo (arco de media punto, pilastras cajeadas con decoración y su adecuado entablamento) (Figuras 15 y 16). En la cabecera, ventanal goticista y, a guisa de mainel, un gran fuste arbóreo (de la genealogía cristífera, ¿de la de los santos?) (Fig. 14) del mismo tiempo (59).

El interior nos ofrece un espacioso recinto, compartimentado por seis esbeltos pilares fasciculados, en doce espacios rectangulares (más anchos y alto Los centrales), cubiertos por bóvedas estrelladas de crucería. La capilla mayor es ochavada, cerrada también por crucería. El coro es una gran tribuna de fábrica, que ocupa los tres tramos finales, de la iglesia, apeando en grandes arcos escarzanos (figures 17, 18 y 19). La estructura es gótica, pero tardía; en las claves centrales y en las uniones de secundarios y terceletes, relieves simbólicos y escudos de los Obispos placentinos D. Gutierre de Vargas y Carvajal, en los tramos centrales, y de D. Pedro Ponce de León, en los finales. Ellos son elementos seguros de fechación.

El pontificado del Obispo Vargas (60), comprende desde 1524 a 1559, y él levantó o reconstruyó numerosos temples en la diócesis (de una nave, los de Garciaz, Jaraicejo, Miajadas, Navalmoral de la Mata, Malpartida de Plasencia, Serrejón, Don Benito...; de tres naves, los de Villar del Pedroso, Berzocana, *Alía...); y de él se ha afirmado que "era muy entendido en el arte de la Arquitectura" (61) e incluso se le llama el Obispo arquitecto (62). Algunas de Las obras comenzadas por él fueron terminadas por su sucesor, Ponce de León, que gobernó la sede desde 1560 á 1573 (63).

Conocemos un curioso contrato notarial para edificar la citada iglesia de Garciaz, entre el Obispo Vargas y Sancho de Cabrera, vecino de Trujillo, otorgado el 30 de enero de 1545 (64), que nos hace pensar si la de Berzocana pudo ser labrada por él mismo; consta también que en la parroquial del Bautista, en Malpartida, trabajaron Pedro y Juan Esquerra, Juan de la Fuente, Juan Negrete y Juan Álvarez, maestros que debieron laborar en la comarca, con motivo de la gran actividad promovida por los citados Obispos y más tarde decae, precisamente cuando se construye El Escorial. Pero ¿quién fue el autor del proyecto? Creo que el propio Obispo, "muy entendido en el arte de la Arquitectura", según se dijo, circunstancia no frecuente, pero existente, de clérigos y seglares humanistas que "creaban" el tema, ejecutado luego por los técnicos (recordemos el caso contemporáneo del P. Bartolomé de Bustamante, en Toledo y Sevilla). ¿Aprovechó una obra iniciada o levantó de nueva planta?; probablemente esto último, debiendo existir con anterioridad un templo mudejárico, correspondiente a la torre-fachada referida. La fecha, podríamos fijarla hacia el comedio del siglo XVI. Asalta la duda, al comprobar en momento tan avanzado del cincuecento, la utilización de la estructura y morfología góticas, cuando se imponían ya las formas del romano; puede ser gusto especial por un estilo tan ligado al arte cristiano medieval, que había levantado centenares de templos en toda la geografía hispana. Ya se consignaron los elogios a la Iglesia en 1592, afirmándose, a otro propósito, que era una de las mejores del Obispado (65). Las portadas laterales, parecen anteriores, aunque también del XVI.

LA CAPILLA DE LOS SANTOS: En la cabecera de la nave del Evangelio, colateral de la capilla mayor, hállase una edificación, cobijando a las reliquias de S. Fulgencio y Santa Florentina.

El sepulcro originario es de mármol y se ve con mucha dificultad, por tener delante un retablo barroco. Detrás de éste hay un soporte lignario, que se adivina, más que se ve, aunque pude leer la inscripción: "Hic Fulgentius quiescum Hic Florentina quiescum)".

Delante, pegado al muro del templo y tocando con las bóvedas, avanza una construcción doble: la baja, es una ordenación sostenida por columnas toscanas, con su entablamento de triglifos y metopas y un alfarge casetonado, con la siguiente inscripción en el arquitrabe: El Ldo Saldo PVísor desa calabró esta pies a su ca (¿El Licenciado Salcedo Provisor de esta casa labró esta pieza a su costa?). Al fondo, retablo protobarroco corintio con las imágenes de los Santos (él revestido de pontifical, ella con hábito benedictino y báculo) y pequeñas figuras en el banco, frontal cerámico talaverano con los santos Isidoro, Leandro, Hermenegildo y la de Theodosia, y en el pavimento, azulejería de clavos.

La tribuna superior, es de jónica composición, surmontada por bóveda en rincón de claustro, con gallones y bolas en el trasdos y rematada por linterna; y en el intrados, abovedamiento lignario del mismo tipo. Un antepecho férrico cierra la zona. A esta tribuna se accede por una escalera pétrea abierta al presbiterio. En el entablamento exterior, se lee muy confusamente lo siguiente: Carn o a Dios esta iglesia con amas sus nos i os vsto a Vsis fege i la eosto con cat s y en el interior: iendo S.P. PA V y REI de Las Españas PH. 3 i obpo de Pla de Enrique Enríquez.

(Estas inscripciones han sido transcritas así: "A honra y gloria de Dios -esta Iglesia con las limosnas de los vecinos de esta villa, hizo esta capilla de San Fulgencio y San Florentina, siendo Sumo Pontífice Paulo V, y Rey de las Españas Felipe lll, y Obispo de Plasencia D, Enrique Enríquez- trasladáronse (espacio cubierto por el retablo) (a 3 de octubre de 1610") (71). El retablo es salomónico del siglo XVIII, con sus típicos soportes y recargada ornamentación, rematando en un gran pelicano, surmontado por corona. En dicho retablo, medias figuras de los Santos, que parecen de fines del XVI. Los paramentos, revestidos de lacerías cerámicas, barroquizantes. (Figuras 20 y 21).

El arca que contiene los restos (gran cantidad de huesos enteros y fragmentos, algunos de ellos, al parecer costillas, dentro de tubos de plata, que son los que se dan a besar a los fieles), es de ébano, taraceas de nácar marfil, y aplicaciones áureas, de extraordinario valor. Se compone de una caja rectangular (0'61 x 0'37 x 0'38 centímetros), y una cubierta bronco piramidal de idénticos materiales (0'46 x 0'24 x 0'17 cm.). Remata en cruz metálica (0'35 cm); la altura total del arca hasta el remoto crucífero es de 0'90 cm. Hay también un basamento para traslados procesionales, de igual composición.

En el frente principal, óculo circular con arquivolta soleada, dos recuadros con las figures de los santos, cuatro pequeños fondos, donde están representados mitra, báculo y árbol; en la cubierta dos carteles romboidales donde se insertan la mitra y un fruto; y Las siguientes inscripciones: "Quis iscet in tumulo? / Fulgentius y deva calcat / ossa vere eiosdem lucida / in arca iacent/. Hic Florentina ducum / de sanguine manet / astra petens: et hic / corpore micathonos /.

También examinamos dos relicarios de plata dorados (con sus vástagos, caja rectangular, crestería y figurillas de remate), conteniendo los cráneos de los santos y un peine; otro relicario argénteo, con el velo de la santa. (0'44, 0'18, 0'19, 0'23), siglo XVI. (Figura 22).

Es de tradición que este arca fue regalo de Felipe II (66). En la investigación realizada en 1 592, declara un testigo que los cuerpos "están en un arca de piedra, las cabezas ... enteras puestas en un cofre de taracea". (67); afirmando otro testigo, en el mismo año, que "los restos están en un arquita de taracea, metida dentro de un sepulcro o arca de piedra..." (68).

En la declaración canónica celebrada en la misma fecha, se dictamina que se "abrió el arca y sepulcro y sacó... dos cofres pequeños ... el uno de ellos taraceado y bien labrado dentro del cual están dos cabezas casi enteras... y un velo y medio peine ... que la otra arquita pequeña ... más de un celemín de tierra..." (69). En la investigación de 1572, sólo se cita "una arquita de madera pequeña ... y se halló dentro tierra ... y parte de huesos pequeños ..." (70). Como se ve, con posterioridad a lo referido, debieron cambiarse los sagrados restos, ya que los cráneos no están en el arca de taracea, sine en los citados relicarios ¿Tendría lugar en 1610, con motivo de la inauguración de la nueva capilla?; es muy verosímil.

De lo transcrito se puede deducir que si en 1572 no se nombra el arca de taracea y si veinte años después, cabe situar su ejecución en dicho plaza, circunstancia que se confirma estilísticamente por su estética y morfología; naturalmente, hacia el penúltimo decenio del siglo.

La inauguración, solemnísima, tuvo lugar el 3 de octubre de 1610, aunque la copla popular en la anual fiesta del Ramo, la fija unos años después:

"Día del señor san Pedro"
"y con la ayuda de Dios''
"pusieron este retablo"
"el año de treinta y dos" (72).

OBRAS DE ARTE.

CAPILLA MAYOR: Gran tabernaculo protobarroco, con cuerpo y ático. Imagen del Titular S. Juan Bautista, con el Cordero y pequeñas figuras de los Evangelistas y de los Santos Pedro y Pablo, de hacia 1625, muy repintadas. También está muy repintado el Crucificado, colocado a gran altura que parece obra del siglo XVI según pude examinar con prismáticos.

En este lugar, estuvieron Los sagrados restos, hasta 1610, colocados bajo dosel amarillo.

Nave del Evangelio: Además de la capilla de los santos, retablo salomónico del siglo XVIII, dedicado a San José, con pintura de Sta. Teresa en el ático. El frontal cerámico es moderno; en el pavimento, cerámica de hacia 1600.

Lauda sepulcral con escudo: Sepu/ es / D. Núnez Maldonado y Don Tomás Diego de Mene/ses y Orella/na su: yerno y de sus desce.../

Lauda sepulcral: S De LllV de la cer / ca cura propio /y vicario de la / de zara y de sus / Here dote la / en cien dvp / la obra de los S S/ (fig. 23).

(Según noticias fidedignas ambas laudas han sido cambiadas recientemente de lugar).

Nave de la Epístola: Retablo colateral dedicado a la Virgen del Rosario, sin interés. En él hallamos una interesante imagen de S. Sebastián ¿del siglo XVI? En los paramentos y en el pavimento, notable azulejería, con motivos de clavos, escudos dominicanos y otros elementos, de finales del siglo XVI

Retablo salomónico del XVIII, dedicado a S. Antonio de Padua.

(No pude subir al coro, pues, los paramentos y pilares del fin de la nave, así como la escalera, estaban cubiertos por miriadas de mosquitos, que ennegrecían la zona, y al posarse en cabeza, cara y todo el cuerpo, hacían insoportable el acceso, viéndome obligado a desistir.

Tampoco pude examinar la orfebrería y Los ornamentos,porausencia del párroco el día de mi visita, mas a mi instancia el prof. S. A. Ordax mandó fotografiar una magnifica Cruz parroquial (1'10 cm. del XVI), con el Crucificado, el P. Eterno y el Bautista en Los recuadros de la Cruceta y Santos en la manzana (Figures 24 y 25)

En el domicilio de dicho Sr. Cura y por amable benevolencia de su Sra. madre, pude examinar una importantísima placa de marfil, perteneciente al templo, que posiblemente será fragmento de un retablo-triptico, a juzgar por los goznes que conserva. Mide 0'13'30x0'7'50 cm, y ofrece una curiosa composición e insólita iconografía. En el campo rectangular del pequeño tablero ebúrneo, hay un arco apuntado, con intrados lobulado, inscrito en gablete; centrando el tema figurativo, la Virgen Coronada, lacta a su Hijo, ofreciéndole el pecho con la mano derecha, en tanto que la izquierda sostiene al Crucificado, que ocupa la zona baja delantera; a su derecha, un Ángel presenta a la Señora a un sacerdote genuflexo, paramentado con casulla; al otro lado y en pie, un prelado, revestido también con casulla, mitra y báculo; encima dos Ángeles turiferarios y en las enjutas, sobre el referido gablete, los bustos de los santos Pedro y Pablo, con sus símbolos parlantes. El sentido teológico del asunto es evidente: una premonición de la Pasión y el papal de la Madre-Corredentora, que sostiene al propio tiempo con sus brazos al Divino Infante y al Manso Cordero llevado al Sacrificio, clavado en el Santo Leño. Es una obra gótica, cuya cronología podría ser el siglo XV. (Fig. 17).

Esto es cuanto observé en una rápida visita a Berzocana de S. Fulgencio, completada con informaciones e investigaciones posteriores Quedé aquí este sencillo trabajo como índice premonitorio de labores más serias y acabadas, acometidas por personas preparadas al efecto.

El mismo día (5-VII-78) visité la parroquia de La Solana. La estructura de la única nave es de arcos transversales góticos. La Capilla mayor está cubierta por bóveda de crucería. El retablo mayor parece del siglo XVII

Importantísima imagen de Sta. Lucía. Alabastro, ¿flamenca?, siglo XV.

El 6-VII-78, conocí la parroquia de San Bartolomé de la Aldea centenera. Una nave con arcos transversales; sus tres tramos, son góticos aunque cortados para colocar la nueva cubierta y la ampliación del templo por su cabecera.

Retablo de la V. del Carmen; plateresco, pero reformado... En su banco, pinturas de dos Santas Mártires, en medias figuras; en el cuerpo, interesantes pinturas de S. Antonio Abad y un santo Obispo; en el ático, el Descendimiento. La hornacina central tiene embocadura muy barroquizante, con la V. Del Carmen. (73). Bellísima cruz procesional de orfebrería, de fines del siglo XV. (Fig. 26).*

N OTAS

(1) Berzocana. Archivo Municipal. Madoz (obra cit. en la bibliografía p. 283) se refiere a esta concesión real fechándola en Barcelona a 30-III-1538. Agradezco las atenciones recibidas del Alcalde D. Fernando Peralta, cuando visite el pueblo el 5-VI1-1978, así como la aportación de datos, planos y fotografías, utilizados en este estudio, que generosamente me facilito.

Debo el conocimiento de este pueblo y de sus valores artísticos y sagrados, a mis distinguidos amigos don Luis Quirós y done María Murillo, que me condujeron y ayudaron de modo muy eficaz y reiterado. Para ellos mi efusivo reconocimiento.

(2) Las de San Leandro, se hallan en el altar de la Virgen de los Reyes, de la Capilla Real de la Catedral de Sevilla; las de San Isidoro, en el templo leones de dicha advocación y las de S. Hermenegildo en San Lorenzo de El Escorial.

(3) Alvarez (Ob. cit. en la bibliografía. p. 57).
(4)P. Heredia (Ob. cit.). Bonilla (Ob. cit. p. 192).
(5) Talavera (Ob. cit.).(6) Declaración nº 9 del "Libro..."
(7) Declaración nº 10 del "Libro..."
(8) Número 24 del "Libro..."
(9) Declaración 13 y 15 del "Libro..."(10) Declaración 17 del "Libro..."(11) Número 24 del "Libro..."(12) Citado por Álvarez (Ob. Cit. P. 58 y 59).(13) Nº 24 del "Libro..."
(14) Declaración nº 2 del "Libro..."
( 15) Declaración nº 17 del "Libro..."
(16) Declaración nº 18 del "Libro..."
(17) Declaración nº 24 del "Libro..."
(18) Numero 24 del "Libro..."

(19) Montes Bardo (Ob. cit. p. 95 y siguientes). Se ofrecen ilustraciones al respecto.

(20) Un matrimonio intento peinarse con el peine que esta en la tumba de S. Fulgencio y metiendo el brazo fue atacado de fuertes dolores y parálisis, sanando por las oraciones de clérigos y devotos. (N.° 16 del "Libro...).

(21) Dos mujeres de Guadalupe vinieron a Berzocana y con el fin de obtener polvo, golpearon con una piedra la tumba de los santos y mano agua, de gratísimo olor (N.° 16-2.° del "Libro...").

(22) En una romería de vecinos de Trujillo, uno intentó prender fuego con un tizón a la tumba de los santos, cayó al suelo, se quebró una pierna y sano por las oraciones de clérigos y devotos (N.° 16-2.° del "Libro.. . " ).

(23) Al mover los cuerpos santos para llevarlos a su Capilla propia, despidieron suavísimo olor, reconocido por todos. (Numero 16-2.° del "Libro...").

(24) Romería de vecinos de Guadalupe y Alía en relación con curaciones, que se estimaban milagrosas.

(25) Otra curación prodigiosa (Declaración n.° 20 del Libro...").
(26) Declaración n.° 21 del "Libro...").
(27) Declaración n.° 24 del "Libro...").
(28) Declaración n.° 2 del "Libro...").
(29) Declaración n.° 20 del "Libro").
(30) N.° 1 del "Libro").

(31) La cubierta de piedra del sepulcro la llevaron los frailes de Guadalupe para hacer aras (Declaración 9 del "Libro...").

(32) N.° 1 del "Libro...").

(33) Se sacaron diversas reliquias, que luego fueron devueltas. (Declaración 11 del "Libro").

Un testigo mencionó una quijada de dichos santos (Declaración 12) y otro puntualiza que fue la de Sta. Florentina (Declaración 14).

(34) Un testigo afirmó que "tira a verde". (Declaración n.° 12).

(35) Un testigo declaró (25-VII-92) que "Fr. Diego Velázquez, carmelita, que tomó o le dieron la quijada de Sta. Florentina y por gestiones de Fr. Jerónimo Ruanes, dominico, devolvió dicha reliquia, pero quedando aquel religioso con parte de ella. (Declaración n.° 14 del "Libro..."). Otro testigo manifestó que las reliquias en poder de Fray D. Velázquez, fueron rescatadas por Fr. Francisco de Berzocana, de la Orden de N. Señora de Guadalupe. (Declaración n.° 15 del "Libro...). Gabriel Hernández, fiscal eclesiástico, depuso que un fraile de hábito blanco que pasó a Las Indias y el licenciado Vargas, Juez de escribanos de Madrid, se llevaron también reliquias, aunque éste las devolvió por el disgusto del pueblo. (Declaración n.° 10 del "Libro..."). Ambrosio López, clérigo, alegó que hacia 1585 u 86, un fraile y el Sr Juan de Corte, se llevaron algunas reliquias, aunque parece que las devolvieron. (Declaración n.° 9 del "Libro...").

(36) Un testigo declaró que "tira a verde". (Declaración n.° 12 del "Libro..."). Otro depuso en 1593, el hecho, que él estimaba milagroso, de que habiéndose "estragado el velo de Sta. Florentina en una procesión... trayéndole tendido por Las calles de esta villa y tocándole con alguna profanidad de que quedó muy deshilado y como destramado, después este testigo lo ha mirado y le parece que esta recién tejido". (Declaración n.° 21 del "Libro...".

(37) (Numero 16 del "Libro...").
(38) (Declaración n.° 9 del "Libro...").
(39) (Declaración n.° 10 del "Libro...").
(40) (Declaración n.° 12 del "Libro...").
(41) (Declaración n.° 15 del "Libro...").
(42) Ob. cit. en la bibliografía.
(43) Bonilla y Alvarez (Ob. cit.).

(44) En las varias veces referidas "Relación..." (n ° 24 del "Libro...") se expone el interés de Felipe II por estos santos y declara "... mandó (o por mejor decir pidió) se le diesen cuatro huesos..."

Véase también Talavera (ob. cit), y otros autores, recogidos por Bonilla y Álvarez (Ob. cit.).

(45) ( Relación.. . n.. 24 del "Libro. . . ").
(46) Id. id. (47) N.° 16 del "Libro..." ).
(48) (Relación n.° 24 del "Libra. "
(49) (Folios 2 y 100 del "Libro...").
(50) (Declaración n ° 6 del "Libro..." ).
(51) (Declaración n.° 15 del "Libro...").
(52) Barambones (Ob. cit.).
(53) Id. id.
(54) Ob. cit.
(55) Ob. cit.

(56) Fue declarada monumento histórico-artistico de carácter nacional por Decreto 325/77 de 28 de Octubre (B.O.E. núm. 203, de 20 de Diciembre de dicho año).

(57) Agradezco a dicho señor su generosidad al remitirme dicho plano, autorizando su publicación.

(58) Relación... n.° 24 del "Libro...").

(59) Agradezco a doña María Murillo de Quirós, la obtención y ofrenda de las fotografías de los exteriores de la iglesia que ilustran este estudio.

(60) Hijo del Licenciado Francisco de Vargas (Tesorero de Los Reyes Católicos y del Emperador), y de doña Inés de Carvajal.

(61) Fernández (Ob. cit.).

(62) Garciaz (Ob. cit.) También levantó la importante Capilla del Obispo, en la parroquia madrileña de San Andrés, donde está sepultado.

(63) Agradezco a D. Francisco Fernández Serrano, la generosa y eficaz colaboración que me ha prestado, con sus informaciones y orientación.

(64) Vegas. Ob. cit. Garciaz. (Ob. cit.).
(65) Notas 47 y 48.
(66) Barambones. (Ob. cit.).
(67) (Declaración n.° 9 del "Libro...").
(68) (Declaración n.° t0 del "Libro...").
(69) (Declaración n.° 16 del "Libro...").
(70) (Declaración n.° 1 del "Libro...").
(71) Barambones (Ob. cit.).
(72) Bonilla (Ob. cit p 199~.
(73) Fernández Oxea (Ob cit. p. 88).

Hay documentos en poder de particulares, del Archivo parroquial, según noticias fidedignas. Intenté consultarlos, sin resultado.

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LA RAZON que en los libros antiguos de esta santa casa se halla de las reliquias de Sto, Fulgencio de que se mandó informar la Majestad del rey D. Phelipe Nuestro Señor, por el Prior desta santa casa en febrero de 594.

LIBRO que contiene / los ynstrumentos auten / ticos de la aparicion vida / y milagros que han obrado / los gloriosos cuerpos de los seno / res San Fulgencio y Santa Flo / rentina. Patrones de este Obispo / do de Plasencia. Compulsose / de Orden y mandato del señor Licenciado / Don Alonso Moreno Montes Cura Rector de esta yglesia de Señor / San Juan Baptista. Año de 1719. (Berzocana. Archivo parroquial. Códice en 104 hojas manuscritas. 0'31 x 0'22 metros).

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OROPESA Fr. ALONSO. Libro que se escribió en 1459 por mediación de...

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APENDICE DOCUMENTAL

"Libro que contiene / los ynstrumentos auten / ticos de la aparición vida / y milagros que han obrado / los gloriosos cuerpos de los seño / res San Fulgencio y Santa Flo / rentina Patrones de este Obispa / do de Plasencia. Compulsose / de Orden y mandato del Señor Licenciado / Don Alonso Moreno Montes Cura / Rector de esta yglesia de Señor / San Juan Baptista. Año de / 1719".

Berzocana. Archivo parroquial. Códice con 104 hojas manuscritas. 0~31 x 0'22 metros.

Carta de D. Alonso Moreno Montes, Cura Rector de Berzocana al Obispo de Plasencia en que pide autorización para escribir los milagros obrados por los Santos Fulgencio y Florentina. Fue concedida. Nabezuela, 22 de Mayo de 1722.

16 de Mayo de 1719. Declaración de D. Alonso Moreno indicando que hay en el archivo "cuatro procesos descuadernados de letra muy antigua y bastantemente derrotados que apenas se pueden leer para poderlos compulsar y trasladar". Manifiesta que hay tres cartapacios de a folio relativos a las reliquias y el cuarto contiene la vida de dichos santos "aunque está demasiadamente diminuta y no consta el autor" de todos los cuales se haría compulsar. f.° 2.

Don Fulgencio Fernández, Notario publico y apostó1ico, vecino de Berzocana de San Fulgencio, da fe de los documentos que le son mostrados. Del cuaderno 1°:

Plasencia, 24 de Abril de 1572. F.° 2 v.° y original en f.° 100. D. Pedro Ponce de León, Obispo de Plasencia, ordena a Santiago Maldonado, Beneficiado en la iglesia de Berzocana que en cumplimiento de una orden real relativa a conocer todas las reliquias de Santos que hubiese en el Obispado, de fe de visita de dichos cuerpos "las partes que de ellos hay y el Velo y peine que con ellos está habido y tenido por de Sta. Florentina y si hay tierra con los dichos cuerpos santos y asimismo si hubiese otras reliquias" y para ello haría información testifical en orden a conocer si se hallaron en dicha iglesia o se trajeron y si hubo escritura de que fuesen los dichos cuerpos. También se ordena que el escribano de fe "si el dicho Velo está sano, entero y blanco y no corrompido", "Otrosí haréis información de como por Nos ha sido mandado hacer una capilla particular a donde estén los dichos cuerpos santos y para ello esta empesada a traer cantería, y que al presente están dentro de la capilla mayor de la dicha iglesia en una caja con sus llaves y con su reja y llave en ella".

1) Berzocana, 8 de Mayo de 1572. En cumplimiento del mandato episcopal, Santiago Maldonado, Cura Rector de la iglesia mayor de esta Villa, ante Juan Tello escribano publico, comparecieron Florencio González e Jon Caballero, clérigos adjutores de dicha iglesia, Juan Rubio y Bartolomé Simón, Alcaldes ordinarios en ella por Su Majestad, Juan del Hoyo, Juan Hernández y Sebastián Pérez, Regidores y otros hombres honrados de la dicha villa y especialmente el Bachiller Caballero Letrado y Martín Parra Alcalde de la Hermandad y Diego Hernández mayordomo de la Iglesia y Diego Martín, escribano y otros muchos hombres, el Cura "con toda reverencia hizo abrir la caja del sepulcro de los dichos gloriosos Santos que es el dicho sepulcro de alabastro algo basto del largo de un estado y la cubierta de madera de pino" y procedió a examinar las reliquias, que son las siguientes:

"Dos cabezas que se dice ser la una del Bienaventurado San Fulgencio y la otra de Santa Florentina".

"Más dos huesos enteros que parece ser de pierna y otros dos huesos grandes, de muslo en cuatro partes y otros dos medios huesos grandes".

"Una parte de quijada con tres muelas".

"Otra parte de quijada con seis muelas y otra quijada entera con una muela".

"Más ciento y diez huesos y medios huesos grandes y pequeños que parecen ser de manos e pies y de todas las partes de cuerpos".

"Un velo de hilo de seda blanco y vareteado con unas) listas negras el cual es habido y tenido por velo de la bienaventurada Santa Florentina". "Y doy fe yo el escribano que está fresco, sano y sin corrupción ninguna y es de largo vara y tercia y de ancho media vara poquito menos".

"Más un peine pequeño con cinco dientes grandes antiguos que se dice que es de la dicha Santa".

"Más está en el dicho sepulcro una arquita de madera pequeña la cual no tiene llave ni hay nadie que la haya visto abierta y se dice que dentro en ella por los Prelados pasados se mandó recoger la tierra que estaba en el sepulcro y el dicho señor cura la hizo abrir con una tenaza y se halló dentro tierra en cantidad de medio celemín y con ella partes de huesos pequeños". De todo ello se dió fé.

2) 8 de Mayo de 1572. Declaración testifical al Bachiller Caballero Parra, de 40 años, vecino de Berzocana. "...es fama en esta villa de tiempo inmemorial que los dichos cuerpos santos... se hallaron donde ahora están siendo tierra yerma inabitable y de grandes montañas y se dice que cuando el rey D. Rodrigo perdió estos reinos de España los cristianos viniendo huyendo de Sevilla trajeron las dichas reliquias a esconder y las escondieron en esta villa por ser tierra aparejada para ello y que con ellas vino la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y la escondieron junto a donde ahora esta". Alega testimonios de ancianos, clérigos y seglares que supieron y oyeron todo lo que el testigo depuso. "... se ha dicho siempre que en los tiempos pasados los dichos frailes (de Guadalupe) quisieron llevar los dichos cuerpos santos a su casa, diciendo que así estarían con Más reverencia y llevándolos ya casi una legua de esta villa anocheció y a la mañana amanecieron en esta iglesia donde ahora están y que esto hicieron dos veces..." Se muestran públicamente las reliquias el día de S. Fulgencio (15 de Enero) y el día de Nuestra Señora de Agosto, y ante algunas personas ilustres, todo ello con solemnidad y grandes fiestas. Le consta la obra de la capilla, que se desea muy suntuosa.

3) 8 de mayo de 1572. Declaración de Martín Parra, Alcalde de la Hermandad y vecino de Berzocana, de 42 años. Declara igual que el anterior, omitiendo la referencia a los frailes de Guadalupe. Declara que el sepulcro donde se hallaron "...es de piedra de alabastro con su cubierta que entonces tenía de lo mismo...".

4) 8 de mayo de 1572. Declaración de Juan García Saltaheno, el Viejo, de 80 años, vecino de Berzocana. Insiste en los mismos términos que los anteriores. Relata lo de los frailes de Guadalupe. Hace referencia al "Velo que se dice es de Sta. Florentina" que lo ha visto siempre igual y también lo oyó decir a sus padres.

5) 8 de mayo de 1572. Declaración de Francisco Sánchez de la Torre, el viejo, de 72 años. V° de Berzocana. Más escueta que las anteriores y en los mismos términos generales.

6) 8 de mayo de 1572. Declaración de Diego Hernández, de 40 años, mayordomo de la iglesia. Son las ideas generales. Refiere lo de los frailes de Guadalupe y cita "... el mismo sepulcro de piedra en que ahora están...". Al tratar de la obra de la capilla dice "que tiene el mandamiento para ello como mayordomo de la iglesia y ha pagado los oficiales que han sacado mucha cantidad de cantería que es la que esta a la puerta de la iglesia".

7) 10 de mayo de 1572. Declaración de Juan Hernández, herrero, de más de 70 años, vecino también de Berzocana. Son las ideas generales expuestas por los otros testigos. Manifiesta que los santos cuerpos "vinieron cuando vino la imagen de Guadalupe".

Del cuaderno 2.°

8) 20 de julio de 1592. D. Juan Ochoa de Salazar, Obispo de Plasencia, ordena al Dr. Estrada, Visitador del partido de Medellín, haga información completa en relación con una petición real sobre que "en la villa de Berzocana... estén los cuerpos de S. Fulgencio y Sta. Florentina... si están enteros y que cantidad de huesos, si se han dado a alguna parte algo de ellos y a donde".

20 de julio de 1592. El Dr. Estrada, ante el Bachiller Jiménez, clérigo y notario apostólico, procedió a la información solicitada.

9) 21 de julio de 1592. Declaración de Ambrosio Sánchez, clérigo, natural y vecino de Berzocana, mayor de 70 años. Los cuerpos "están en un arca de piedra, las cabezas... enteras puestas en un cofre de taracea" y huesos polvo y un velo de la Santa de seda. Las escrituras del Archivo viejo se pudrieron y no se pudieron leer. Refiere lo del traslado de los frailes de Guadalupe, "... los dichos cuerpos vinieron en un sepulcro a manera de arca grande de piedra de aliox en que también están al presente y es tan grande la dicha arca que se tiene por milagro siendo tan pesada haber podido pasar tan montosa y áspera sierra como es esta, los cuales dichos cuerpos se dice que estaban depositados en la iglesia parroquial que se dice San Juan de la Palma, de la ciudad de Sevilla... que el dicho santo había a su costa fundado y por esta razón... pusieron la advocación de la iglesia parroquial de esta villa llamándola de S. Juan Bautista a semejanza de la sobre dicha Sevilla". Manifiesta que el arca tiene una cubierta de madera, pues, la de piedra la llevaron los frailes de Guadalupe pare hacer aras. El arca está puesta bajo un arco cubierta con un dosel de damasco amarillo. Declara que hará unos cinco o seis años un fraile y otro señor Juez de Corte se llevaron algunas reliquias y parece las devolvieron.

10) 23 de julio de 1592. Declaración de Gabriel Hernández, fiscal eclesiástico, vecino de Berzocana, de 50 años. Afirma que habrá más de novecientos años que los cuerpos fueron traídos. Refiere la razón de la advocación del templo por analogía con el de Sevilla. También trata de la pretendida traslación por los frailes de Guadalupe.

Los restos están en una arquita de taracea, metida dentro de un sepulcro o arca de piedra del largo de la sepultura de un hombre. De la tapadera de piedra se hicieron aras, poniendo en su lugar una de madera a modo de alar (sic), tumbada. El sepulcro situado al lado del Evangelio del altar mayor. Refiere también que llevaron reliquias un fraile de habito blanco que paso a Indias y el licenciado fulano Vargas, Juez de escribanos de Madrid y este las devolvió por el disgusto del pueblo.

11) 25 de julio de 1592. Declaración de Florencio Muiyo?, de más de 50 años, vecino de Berzocana. Manifiesta poco más o menos lo del anterior testigo. Respecto a la salida de reliquias menciona a un fraile dominico fray Jerónimo de Ruanes, que logró fueran devueltas las mismas.

12) 25 de julio de 1592. Declaración de Martín Jiménez, Regidor perpetuo y vecino de Berzocana, de 40 años. Menciona el velo de Sta. Florentina "que tira a verde", la capilla donde se guardan, en el lado del Evangelio de la mayor, cercada de reja, en un espacio donde caben más de dos docenas de personas. De las reliquias sacadas, era una quijada de uno de dichos santos, que fue devuelta por gestión de dicho fraile dominico. Todo lo demás es semejante.

13) 25 de julio de 1592. Declaración de Andrés Martín Barambones, de 70 años, natural y vecino de Berzocana. Refiere poco más o menos lo mismo. Cuando "hallaron las dichas reliquias quisieron edificar esta villa un poco más arriba que es un lugar fragoso donde las dichas reliquias aparecieron y por temor de bívoras situaron la dicha villa más abajo en la iglesia parroquial en la cual están las dichas reliquias".

14) 25 de julio de 1592. Declaración de Juan de Ruanes, clérigo, teniente cure de la parroquial de Berzocana, de 37 años El arca "es de piedra mármol toda de una pieza de largo de estatura de un hombre y tres cuartas de alto poco más o menos, la cubierta es de madera..." Respecto a las reliquias sacadas del cofre menciona a fray Diego Velázquez, Carmelita, que tomó o le dieron la quijada de Sta. Florentina y por gestiones de Fr. Jerónimo Ruanes, dominico, volvió dicha reliquia pero quedando aquel religioso con parte de ella. Menciona un memorial de los milagros obrados por intercesión de los santos.

15) 26 de julio de 1592. Declaración de Sebastián Sánchez, escribano, vecino de Berzocana, de 36 años. Refiere que: hay reunidas limosnas pare hacer una capilla donde depositar las reliquias y entre tanto están en la capilla mayor en lugar cercado de rejas donde caben docena y media de personas. Las reliquias fueron "halladas junto a esta villa en una montaña fragosa... poblada de sabandijas ponzoñosas y se fundó esta villa un poco más baja...". Refiere como fueron sacadas reliquias y entregadas a Fr Diego Velázquez, Carmelita, y rescatadas por Fr. Francisco de Berzocana de la Orden de Nuestra Señora de Guadalupe.

26 de Julio de 1592 El Dr. Estrada celebró misa en el altar de los Santos y revestido de casulla y en presencia de numerosas personas, clérigos y seglares "abrió el arca y sepulcro y sacó... e hizo sacar dos cofres pequeños que estaban cerrados... el uno de ellos taraceado y bien labrado dentro del cual están dos cabezas casi enteras porque solo falta a la una un poco de quijada que parece estar suelta entre las demás reliquias, las cuales dos cabezas se tienen una de ellas que es la mayor por la del santo San Fulgencio y la menor por de la santa Florentina... y la mayor parte de los huesos de los dichos santos... y un velo... de tres cuartas de largo... con unas listas que parecen negras... de seda delgado y... medio peine... y que la otra arquita pequeña... más de un celemín de tierra... arca de piedra mármol... todo de una pieza..." la cubierta era de madera.

Recoge a continuación y resume las informaciones de los testigos antes reseñados y termina diciendo "el templo donde están es suntuoso de tres naves de bóvedas de cantería".

16-2) La vida de San Fulgencio obispo de Écija y después de Cartagena, a f.° 25. En letra cortesana f.° 76.

La vida de Sta. Florentina Virgen, a f.° 26 En letra cortesana, a f.° 76 v.°.

Los milagros de los bienaventurados San Fulgencio y Sta. Florentina estantes sus huesos en Berzocana a folio 27. En letra cortesana a f.° 77.

1420. Vinieron varias personas y entre ellos un matrimonio que intentaron peinarse con el peine que esta en la tumba de S. Fulgencio y metiendo el brazo fue atacado de grandes dolores e inmovilidad, cesando por las oraciones de los clérigos y otras personas.

149O. Romería de vecinos de Trujillo. Encomendaron a un mozo que fuese por una lumbre y al encontrar a otro le dijo que iba por un tizón de fuego para quemar a San Fulgencio, cayo al suelo quebrándose una pierna, sanando por los ruegos de varias personas.

1506. Al mover los cuerpos santos pare llevarlos a su capilla propia, despidieron un suavísimo olor que fue reconocido por todos.

20 de Septiembre de 1528. Romería de personas de Guadalupe y del lugar de Halia ¿ y una mujer de este lugar llamada Inés López, esposa de Gregorio Hernández refirió que estaba amortajada y resucitó por la intercesión de los Santos, viniendo a Berzocana a cumplir promesa por el favor recibido.

20 de Septiembre de 1528. Juana Sánchez, esposa de Tomé Sánchez, vecinos de Halia, encomendaron a los Santos a un hijo suyo de año y medio, del que ya tenían preparada la mortaja y sanó, viniendo a Berzocana a cumplir promesa.

1433. Dos mujeres religiosas de Guadalupe vinieron de romería a Berzocana y una de ellas golpeó con una piedra la tumba de los santos a fin de obtener polvo y comenzó a manar agua de gratísimo olor.

Cuaderno 3.0

Otra información ad perpetuam rei memorian de las reliquias de los gloriosos Santos San Fulgencio y Santa Florentina, f.° 28 v.° Originales a f.° 78.

17) 16 de Enero de 1593. Ambrosio Sánchez, clérigo presbítero, mayordomo de la iglesia de S. Juan Bautista, de Berzocana, pidió y obtuvo información testifical de lo referido en el capítulo. Entre las preguntas figuran las generales ya conocidas y otras sobre el hallazgo de los "cuerpos santos en una breña y montaña espesa al sopié de estos Berruecos en una parte que al presente y desde entonces se llama los pastos de la Cofradía". Se celebra fiesta el día de la invención de los cuerpos, 26 de Octubre, que existía cofradía, "... de haber sido hallados en el tiempo de Nuestra Señora de Guadalupe y dentro de una montaña los huesos a esta parte de la Villuerca y Berruecos y la imagen a la otra..." "...de donde en la restauración de España que fue en el año de 693... fueron desaparecidos hasta que después de la reedificación de España que fue el Año de 720 aparecieron debajo de la feligresía que ahora es de S Juan Bautista donde al presente están en el dicho sepulcro..." Trata del pretendido traslado por los frailes de Guadalupe y de los milagros obrados.

18) 19 de Enero de 1593. Declaración de Juan Texero, vecino de Berzocana, de 80 años. Refiere las cosas generales. "... ha oído decir que la dicha imagen (de Nuestra Señora de Guadalupe) fue sacada en la destrucción de España de la iglesia de S. Juan Bautista de la Palma de la ciudad de Sevilla donde estaba juntamente con los cuerpos de los gloriosos cantos..." por conmemoración de Ella se enseñan y veneran el día de la Virgen de Agosto. Refiere rogativas por lluvias y necesidades, con remedios inmediatos.

19) 24 de Enero de 1593, Declaración testifical de Pedro Jiménez Zuil ¿, vecino de Berzocana, de 70 años. Refiere lo general y que en la iglesia de S. Juan de la Palma, de Sevilla, estaban sepultados San Fulgencio, Santa Florentina, San Leandro y San Isidoro, afirmación que hacen los testigos.

20) 28 de Enero de 1593. Declaración de Zuil Jiménez, el Viejo, vecino de Berzocana, de 66 años. Declara de modo análogo a los demás. Respecto a la pretendida traslación de los restos por los frailes de Guadalupe, declara que "fueron llevados hasta el puerto de Cañamero que es al fin del término y jurisdicción de esta villa y allí les anochecía y desaparecían y los volvían a hallar en el mismo sepulcro donde se habían sacado...". Refiere un milagro que le sucedió haría 43 o 44 años la víspera de la Transfiguración del Señor y que al cargar con cierto peso "quebró de las turmas (sic) de suerte que se le pararon tan gordas como la cabeza de un hombre y negras como la pez del molimiento de la sangre..." y al encomendarse a los santos y llevar cera a su altar, sanó.

21 ) 2 de Febrero de 1593. Declaración del Licenciado Toribio Durán, vecino de Berzocana. Refiere que oyó a D. Simón de Villalobos, que el cura de San Juan de la Palma, de Sevilla, le indicó que en ella habían sido sepultados los cuerpos santos. Refiere el milagro citado del testigo anterior y también que habiéndose "estragado (sic) el velo de Santa Florentina en una procesión... trayéndole tendido por las calles de esta villa y tocándose con alguna profanidad de que quedó muy deshilado y como destramado después este testigo lo ha mirado y le ,parece que esta recién tejido",

22) 19 de Marzo de 1593. Declaración de Sebastián Sánchez, escribano público de Berzocana, de 40 años. Refiere un milagro con motivo de un huracán en Cañamero que duró ocho días, cesando por ruego a los Santos y dos niños quebrados, que también sanaron por intercesión de los referidos santos.

23) 21 de Marzo de 1593. Declaración de Juan de Olivas de Barrionuevo, vecino de Berzocana, de 66 años. Repite los datos conocidos

24) Relación de la vida de los gloriosos santos Señor San Fulgencio y Santa Florentina cuyos sagrados cuerpos están colocados y se veneran en la iglesia parroquial del Señor San Juan Bautista, de esta villa de Berzocana.

Trata de que en el altar de la iglesia sevillana de San Juan de la Palma, donde estaban sepultados los cuatro hermanos, tenían "como reliquia que tanto estos santos estimaban... la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe..." "La invención de estos santos se presume cerca del año de 1340..." "...parece cosa posible esta gloriosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe haberse aparecido a algún pastor de cabras u otro semejante ganado a quien dijese de este precioso tesoro y que le edificasen un templo de San Juan Bautista y el sitio a donde viene a propósito decir fuese junto a aquella mata de brezos canos porque hay en este sitio abundancias de brezos canos de donde quedo el apellido y nombre compuesto del vocablo Berzocana... esta invención según la tradición fue a 26 de Octubre y es de presumir que lo que hay desde este día hasta el de Nuestra Señora de Agosto se dilató en levantar templo e iglesia pare colocar estas reliquias..." Se refiere al interes del rey Felipe II por estos santos y "...mandó (o por mejor decir pidió) se le diesen cuatro huesos...". "La iglesia de San Juan Bautista es de las mejores del Obispado labrada con mucho arte y traza es toda de piedra de grano están los sagrados cuerpos con tanta custodia y veneración que dudo en San Lorenzo el Real estén con más grandeza" Pondera las fiestas que se celebran en su honor cada año, comedias, danzas y otros, concurren caballeros de Trujillo y el Prior de Guadalupe y el pueblo se esmera en atenciones, ofreciendo sus casas, etc. Menciona la estancia de San Isidoro en Roma, llevando consigo "una imagen que el tenía en su Oratorio y llevaba en Roma en la procesión cuando le apareció el Ángel y cesó la peste y oyó cantar Regina Coeli laetare la cual imagen es la que tiene ahora Guadalupe para consuelo de Extremadura.."

Certificación de 1719 y 20 de que concuerda con el original.

28 de Abril de 1680. Certificación de intercesión favorable de los Santos, por sequía, ordenada por la Curia episcopal de Plasencia.

27 de Junio de 1680. Declaración del Licenciado Fulgencio del Cerro, Comisario de Sto. Oficio y Teniente Cura de Berzocana, de 37 años sobre lo anterior.

27 de Junio de 1680. Id. de Fernando Duran, Teniente cura de Berzocana, de 40 años, sobre lo mismo.

27 de Junio de 1680. Id. de Juan García Caballero, presbítero, vecino de Berzocana, de 50 años, sobre lo mismo.

28 de Junio de 1680. Id. de Pedro Monte, escribano de número de Berzocana, mayor de 40 años, sobre lo mismo.

28 de junio de 1680. Id. de Juan del Cerro de Villatoro, vecino de Berzocana, mayor de 60 años, sobre lo mismo.

28 de Junio de 1680. Id. de Diego Delgado, vecino de Berzocana, mayor de 50 años, sobre lo mismo.

28 de Junio de 1680. Id. de Juan García Crespo, vecino de Berzocana, de 60 años, sobre lo mismo.

28 de Junio de 1680. Id. de Juan del Hoyo de Plaza, vecino de Berzocana, de 60 años, sobre lo mismo.

Información sobre la certeza de estar en Berzocana los cuerpos de los Santos San Fulgencio y Santa Florentina y relación de sus vidas y milagros.

Se reproduce toda la información que se contiene en la hoja 4, ordenada por don Juan Ochoa de Salazar, Obispo de Plasencia en 20 de Junio de 1592.

I N D I C E (del libro original)

10.- HISTORIA
12.- LA VIRGEN DE GUADALUPE
16.- LAS RELIQUIAS DE LOS SANTOS FULGENCIO Y FLORENTINA
20.- LA PARROQUIAL DE SAN JUAN BAUTISTA
22.- DESCRIPCIÓN DEL TEMPLO
26.- LA CAPILLA DE LOS SANTOS
29.- OBRAS DE ARTE
32.- NOTAS
36.- BIBLIOGRAFÍA
41.- APÉNDICE DOCUMENTAL
57.- ILUSTRACIONES