1220
El Hermano del rey Alfonso IX, Sancho Fernández, convenció este Verano en Toledo a muchos judíos y cristianos (el cronista dice que 40.000) para una expedición a Marruecos para hecer un buen botín. Se puso camino de Sevilla pero al llegar a las alturas de la Sierra cambió de rumbo viniendo a parar a los montes de Guadalupe, al castillo de Cañamero. Sancho lo pobló “haciendo mucho mal ende a moros e cristianos”. Un martes de mediado Agosto salió a montear por sus agrestes alrededores entonces abundantes de osos donde fue muerto por una de estas fieras acosadas. En su sepulcro labrado en el monasterio de Perales aparecía el infante, venablo en mano, peleando con un oso que memoraba la escena de su muerte. Conocida la noticia por el walí almohade de Badajoz, salió con gran ejército a este lugar, tomó la fortaleza y decapitó a todos los espedicionarios del alocado infante leonés. (Terrón Albarrán).
1223
El 3 de Octubre un labrador arando se tropieza con un sarcófago de mármol blanco con los restos de San Fulgencio y Santa Florentina. Fueron colocados con su sarcófago a un lado del altar mayor de la iglesia.
1572
El obispo de Plasencia don Pedro ponce de León manifiesta que: “nos ha sido mandado hacer una capilla particular donde están los dichos cuerpos santos, y para ello se ha empezado a traer cantería”.
Ocho días después (8 de Mayo) Diego Hernández declara que había pagado a los oficiales para traer cantería y que se encuentra en la puerta principal de la iglesia.
1592
Guadalupe intenta llevarse las reliquias de los Santos mientras Murcia y Cartagena entablan un pleito con las mismas pretensiones. Felipe II envió a fray Gabriel de Talavera que viera el estado en que se encontraban las reliquias fallando el Rey por medio del obispo de Plasencia don Juan de Ochoa Salazar a favor de Berzocana con la particularidad de que se entreguen cuatro canillas: dos para el monasterio del Escorial y las otras dos para Cartagena.
A partir de este fallo Berzocana inicia la suscripción de donativos para hacer una capilla a los Santos. Felipe II hace donación de una arqueta de plata y madera de carey que junto a otros relicarios contienen los Santos Restos, en uno pequeño está la toga o velo de Santa Florentina.
1593
Es obispo de Plasencia don Pedro Ponce de León.
El 30 de Junio el Ayuntamiento de Trujillo dona 150 ducados para la Capilla de los Santos y otros 50 para un palio y andas.
El licenciado Juan de la Cerca, natural de Berzocana y vicario que fue de Jaraicejo donó para la nueva capilla 100 ducados.
1610
El 3 de Octubre se inauguró la nueva capilla de los Santos siendo obispo de Plasencia don Fray Enrique de Enríquez.
“... Y fueron colocados dichos Santos en ella (la nueva capilla) a tres días del mes de Octubre de 1610 años, y a petición de esta villa y con licencia de su Ilustrísima, vino a celebrar la traslación el muy Reverendo Padre Fray Alejo de Ávila, Prior de la Casa de Nuestra Señora de Guadalupe, con más de otros veinte Religiosos y gran acompañamiento de vasallos; trajo para la fiesta lo más rico de su casa de ornamentos, servicio de plata y colgaduras, con su música, ministros, clarín y tambores, y ultimamente todo lo necesario para solemnizar la función; la cual autorizó la “Muy Noble y Leal Ciudad de Trujillo, viniendo su Corregidor y Ayuntamiento en forma de ciudad, el cual llevó el palio en la procesión y asistió a todas las funciones que por espacio de ocho días se hicieron, a quienes en agradecimiento asistió esta villa con todo lo necesario de víveres y efectos que hizo para festejarlos.” (Libro de becerro, folio 2º vuelto).