Actividades en naturaleza, y aventura controlada, además del atractivo tradicional de la caza, podrá ofrecer la Reserva Regional de Cijara con un proyecto de fomento turístico que desembolsará tres millones de euros en la zona.
Cijara tiene un «enorme potencial» pero la zona extremeña carece de infraestructuras, por ejemplo, hoteleras, y así los visitantes suelen alojarse en la parte limítrofe de la provincia de Toledo, lamenta el consejero de Economía y Trabajo, Manuel Amigo, que presentó ayer este proyecto financiado por la obra social de 'la Caixa'.
La inversión, de tres millones de euros, está amparada en los beneficios que la ley extremeña del impuesto bancario concede a los proyectos que contribuyen al desarrollo socioeconómico de la región, y se irá realizando a lo largo del trienio 2007-2009.
Lejana
La Reserva Regional de Caza de Cijara se creó en 1966 bajo el amparo del Instituto de la Conservación de la Naturaleza, que la traspasó luego a Extremadura, y se extiende sobre 25.000 hectáreas en el nordeste de la provincia de Badajoz en un punto en que coincide con los límites de Cáceres, Toledo y Ciudad Real. Su mayor riqueza es la fauna, con especies de caza mayor como ciervo, gamo, corzo y jabalí, aprovechamiento cinegético que está gestionado por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.
Pero Cijara está en un punto extremo de la región, 164 kilómetros al este de Mérida y sin embargo a tan sólo 80 de la toledana Talavera de la Reina. Cazadores y otros visitantes dejan el valor añadido fundamentalmente en la provincia de Toledo, resignándose Extremadura al turismo de «tortilla y coca-cola» según el consejero Amigo.
El objetivo es convertir Cijara en un destino turístico, para lo cual la consultora Consultur ha hecho un proyecto que divide Cijara en tres áreas especializadas, llamadas Cijara Activa, Cijara Aventura y Cijara Viva, tres productos independientes pero a la vez complementarios según el estudio.
Actividades
Cada área con su propio punto de acceso, en Cijara Activa caben las actividades de naturaleza para descubrir «de otra forma» las riqueza de la reserva. El proyecto prevé entretenimientos náuticos, senderismo, bicicleta todoterreno, rutas ecuestres, pesca, caza, observación de aves y educación medioambiental. En este área, la más grande y situada al suroeste del pantano, está previsto hacer un centro de visitantes e interpretación, un centro de turismo rural, un aula de naturaleza y la Náutica Cijara.
Según el consejero Manuel Amigo, todos estos aprovechamientos no supondrán alteración alguna de la situación de la reserva, y para las instalaciones aprovecharán, recuperándolas, las construcciones ya existentes como son los refugios forestales y de caza. «No haremos casas ni hoteles, ya lo hará la empresa privada donde corresponda». El alojamiento será en las casas acondicionadas o en establecimientos de los pueblos más cercanos: Fuenlabrada de los Montes, Herrera del Duque, Villarta y Helechosa de los Montes.
Aventura
En la segunda zona organizada, Cijara Aventura, pueden tener lugar las actividades del concepto de aventura controlada, en las zonas más «vírgenes y salvajes» de la reserva. Está previsto un circuito de aventura capaz para actividades de incentivo empresarial, aventura, orientación... «que en la actualidad tienen gran demanda» según el experto Luis Herrero, de Consultur. En esta zona habría albergue, campamento y cabañas/bungalows.
Quedaría, en el área más al sur de los montes de Cijara, la zona Cijara Viva que basa su aprovechamiento en el sector cinegético que ha constituido la razón de ser de esta comarca protegida.
Todo este proyecto de fomento turístico comprende la mejora de las infraestructuras existentes (caminos, senderos); la adecuación de los miradores, puntos de observación de aves, lugares de pesca y áreas recreativas; la sensibilización y formación de los habitantes del entorno, y la promoción y comercialización del producto. Esto último correría a cargo de la empresa pública Turextremadura.
El aprovechamiento sostenible incrementará según sus promotores los beneficios económicos, sociales y medioambientales para las comunidades locales de su entorno y para el propio espacio natural.
Sin cambios
El proyecto no cambiará las características de la declaración oficial de la reserva ni su protección, ni la gestión que lleva a cabo la Junta. Continuará practicándose la caza regulada y la pesca. «Lo único que hacemos», subraya Amigo, «es responder a la pregunta de si el medio ambiente nos come, o comemos del medio ambiente. Preservándolo es posible que proporcione un retorno social y económico a la zona».
Los proyectos contemplados no exigen un tiempo largo de ejecución, y su velocidad «dependerá de nuestra inteligencia y capacidad de gestionar el trabajo».
