La situación de Navezuelas, fuera de todas la rutas, en un lugar de montañas altas, ha permitido que se conserve casi intacta toda la variada foresta de sus valles. Una buena parte del término es trabajado por los locales; así el paisaje se llena de castaños de producción y cerezos de altura.
En pocos metros pasamos del ecosistema de ríos, con sus bosques de alisos, fresnos, acebos y loros a los duros riscos de la montaña donde el enebro y alguna encina incrustan raices en la roca. En medio quedarán masas de encinas, alcornoques, robles y castaños principalmente. En ocasiones, un abundante manto de jaras y brezos rellenan los espacios libre de árboles. Junto a ellos, el romero, las retamas y un montón de flores que pondrán olores puros en el aire.
Existen lugares donde en la práctica, no llegan los seres humanos, rincones perdidos que siempre soñaste visitar. Lugares siempre verdes o plantas casi inexistentes en el resto de España.
La huerta es un pilar importante del ecosistema y la economía local. La tierra, regada abundantemente cría unas judias verdes son de espectáculo; grandes y tiernas. Junto a ellas y en menos escala también hay patatas, tomates, cebollas...