El el mas largo y quizás la ruta mas completa
de cuantas podamos realizar, también la podemos hacer en los
dos sentidos invariablemente, todo depende del diseño que te
marques para la jornada.
Sin duda Herrera del Duque nos puede llevar mucho tiempo, es la metrópoli
de la comarca, lugar de servicios, adminstración y también
de industria. Castillo, casas señoriales, grandes edificios religiosos,
plazas, parques. Muchos serán los argumentos que llamarán
tu atención.
Como lo hará también la pequeña aldea de Peloche,
otra puerta de un espacio que a partir de aquí será de
nuevo espacios salvajes. Aquí se encuentran las Playas de Peloche:
de hormigón y arena, columpios, zonas deportiva y el servicio
de un esmerado chiringito.
De nuevo nos adentramos en valles perdidos por una carretera estrecha
que bordea un lado del pantano de Puerto Peña, un encanto de
la naturaleza. En la Presa distintas áreas de ocio con baños,
senderismo, camping y la siempre impresionante contrucción del
embalse nos permitirán estirar el cuerpo.
Desde este punto la nueva nacional nos acercará a Fuenlabrada
pasando por el puerto de los Carneros.
Salimos tempranito hacia Villarta de los Montes; inmediatamente entramos
en la Reserva Nacional de Caza, los animales transitan a estas horas
por los claros del bosque, cruzan las carreteras, se mueven en busca
del valle donde pasarán el día. Enseguida nos apartamos
por una estrecha carretera que nos llevará hasta la primera de
las poblaciones a visitar.
Villarta nos puede entretener bastante tiempo, la iglesia merece un
vistazo, así como las callejuelas y fuentes del pueblo. Si es
verano es muy recomendable acercarse por la piscina natural, donde puedes
comer con un poco de suerte.
Hasta la siguiente población nos separa todo un mundo de tierra
de nadie, sierras donde apenas ha rozado el hombre, donde crían
y viven ciervos y corzos entre otros. La Ermita de la Antigua puede
ser muy interesante, hay que recorrer 3 km de buena pista. Veremos un
ejemplar único de ermita del Siglo XIII. Antes habremos parado
el coche en el puente que cruza las embalsadas aguas del Guadiana. Al
final del verano, con las aguas bajas, aparece el viejo puente medieval.
Helechosa se presenta radiante, a orillas del Embalse, a los pies de
los Riscos, en pleno centro de la Reserva. callejas perdidas en el tiempo,
casas que muestran el vivir de otros tiempo y un mar de naturaleza que
lo invade todo. En el hotel y bares nos atienden con mucho gusto. También
tienen piscina natural.
Desde este pueblo nos quedan 13 interesantísimos km. hasta la
Presa de Cijara. Presencia segura de muchos animales. Parada obligatoria
es la presa con su conjunto; el poblado, la rivera, los restos...
Pasaremos por Castilblanco, en el cerrete que domina el Guadiana, un
lugar de contemplación, Estampas únicas de las Sierras
de Guadalupe. El pueblo está bastante conservados, barrios enteros
se muestran tal cual estaban siglos atrás. Cuentan con importantes
servicios al turista: Casa Rural, Albergue, restaurantes...
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