La primera vez que ves esta cueva, casi que me tienes que parar al ver un enorme hueco de forma casi cuadrada en la base de los riscos de la Sierra del Carabal.
Era tan grande que casi no puedes dar crédito, se ve poco profunda, al menos por su parte mas alta.
Todos conocían su enigmático nombre “La Cueva Oscura”, pero pocos comentan haber entrado en ella; n la parte contraria de la sierra está la conocida como Cueva Clara, la oscura en la umbría y la clara en la solana…
Una excursión se puede organizar prácticamente durante todo el año evitando las horas de sol.
A finales de marzo las Villuercas están preciosas, el verde tiñe todos los espacios, incluso los mas agrestes y áridos no se resisten a dejar una brizna de hierba que al menos mezclen su pardos habituales. Los robles empieza a sacar la hoja nueva y el monte está lleno de flores.
Salimos con los vehículos desde Robledollano en dirección a Roturas pero cogiendo el camino del Arroyo de las Pilillas. Poco después de cruzarle empezará una subida constante por la ladera de la sierra. Los sentidos se afinan por momentos y las alturas empiezan a dibujar encantadores parajes de mil rincones escondidos
Cuando estamos debajo de la cueva es el momento de bajarnos del coche e iniciar una ascensión vertiginosa.
Aprovechamos una parcela que está limpia para subir cómodamente. Inmediatamente nos dirigimos a la pedrera próxima. Aunque son un rompepiernas, estas casqueras serán la manera menos mala de llegar a los riscos, cualquier otra alternativa significa un tortuoso ascenso entre jaras y brezos que harán casi imposible nuestro tránsito.
Descansamos un par de veces para coger aliento y comentar las incidencias de la subida. Procuramos pisar en las piedras mas grandes y planas; al esfuerzo se suma la tensión de lo que pueda pasar si la piedra se mueve.
En la parte superior nacen algunos árboles entre las piedras por lo que buscamos un poco de refresco a su sombra. Vemos el perfir de la gruta y nos animamos unos a otros para realizar este último esfuerzo.
Cogiendo el aire que dejamos en el camino admiramos el espectacular paisaje que disfruta Robledollano. Un descanso entre las enormes sierras que flanquean su existencia. Vemos morir los valles altos del Almonte y Santa Lucía y como se encuentran con sus hermanos menores de cuenca baja del Ibor y Descuernacabras.
En Robledollano pasamos de los Montes de Deleitosa, Cabañas y Berzocana por el oeste a los Valles del Ibor y Viejas. Todo con el encanto de los riscos de cuarcita, los bosques de robles y castaños, la dehesa de encina o el monte cerrado de brezos y jaras.
Ya mirando a la Cueva meditamos sobre lo que tenemos delante. La verdad es que este es de los mas grandiosos agujeros que haya visto, a poca distancia nos parece una puerta a otra dimensión.
En principio no tiene profundidad, pero un gran zarzal de mas de dos metros de alto tapa los mas de siete metros de ancho que tiene, el alto se me escapa un poco pero debe tener sus tres o cuatro metros. Estábamos ahí pero no podiamos acercarnos a la pared interior. Suponiamos que debía haber alguna entrada a una cueva mas profunda, si se llamaba la Cueva Oscura tenía que haber una cavidad grande.
La intuición nos llevó a hacer el primer agujero entre las zarzas por el lado derecho. Los palos hacían el grueso del trabajo mientras turnábamos su manejo, después de abrir el camino muchos m etros aparecía dos aperturas en las esquinas.
No sin algún arañazo llegamos a la cueva, entonces Pedro y Manolo ya llevaban avanzado un segundo camino por el lado de la izquierda y nos avisaron que allí también había otro agujero, pero de momento nos ocupamos de los dos de esta parte que ya teníamos cerca.
En las puertas de ambas cuevas, como avisperos, varios agujeros lucían sus preciosas geodas de cuarzo, casi todas ennegrecidas por el fuego. Los dos agujeros de cortas cavidades; en la segunda vimos grandes piedras obstaculizando el paso de un gran túnel. Desde luego no están caídas, mas bien parecen sellar un gran misterio.
Pero lo mas interesante estaba por llegar. Por el camino abierto entre las zarzas por la derecha un estrecho agujero entre la cuarcita invitaba a pasar a su interior. Nada mas trasponer la pequeña entrada encendimos las luces de los frontales para poder ver algo en su interior.
Lo primero que sentimos era que estábamos encima de mas de un metro de tierra, piedras y restos de la estancia de cabras principalmente; aunque algunos huesos denotaban que había sido refugio también de algún pequeño cazador. Avanzamos de cuclillas, ya que ponerse de pie era imposible.
La sala está llena de rayas que de momento no tienen sentido y manchas rojizas que pueden ser algo mas que aleatorias oxidaciones de hierro, mas bien nos parecen pinturas rupestres. Los poquísimos cristales de cuarzo que quedan repelen la luz de nuestras linternas y el negro está por todas partes.
Forzando las fotografías con los programas de tratamiento de imagen nos muestran unas formas y colores propias de las pinturas.
Nuevamente una gran masa de grandes piedras y tierra de relleno impedía el acceso por un túnel que se abría a nuestra derecha. Intentamos entrar arrastrándonos por un estrecho paso por la parte superior, pero a los pocos metros dimos la vuelta.
Pero de frente una pequeña oquedad daba paso a una gran abertura. Por fin estiramos el cuerpo y miramos a nuestro alrededor. Era como si faltara un estrato completo en el interior de la roca. Por la derecha corto, de frente metro y medio, por la izquierda tres o cuatro metros y por arriba no vimos el final. Las luces que llevamos no alumbraron oscuridad del techo. Había mucha humedad y los únicos bichos, además de nosotros, eran las arañas.
La racha abierta se nos antoja muy grande, seguro que estas aberturas nos pueden enseñar mucho mas de lo que muestran, en este lado de la izquierda vimos una de las mas maravillosas de las casualidades de la naturaleza o no, que hemos visto en las Villuercas…
Salimos de la cueva y nos queda la sensación de que tenemos que volver.
La primera experiencia ha resultado una hermosa mañana de senderismo e investigación.
Enlaces:
Ruta a la Cueva Oscura (Robledollano) y Mina del Ibor (Castañar de Ibor).
20090308 Ruta a la Cueva Oscura de Robledollano
Ruta a la cueva Oscura (Robledollano) y Mina del Ibor (Castañar de Ibor)
Ruta a la cueva Oscura (Robledollano) y Mina del Ibor (Castañar de Ibor)